Donde están los periodistas
Cada miembro de la sociedad tiene la posibilidad de convertirse en un comunicador con la única premisa de contar con una conexión a Internet.
Las nuevas posibilidades tecnológicas se suman a la necesidad y el interés de la gente por contar sus propias historias y puntos de vista, y a la pérdida de confianza en los medios tradicionales.
Desde estos últimos muchas veces se han lanzado mensajes sospechosos y contradictorios y, otras veces, simplemente se ha optado por el silencio informativo. Sin embargo Internet rebosa de mensajes y da a cualquiera la oportunidad de convertirse en emisor.
Por ello, cada vez son más las plataformas dedicadas a recoger las aportaciones ciudadanas, incluso en exclusividad. He aquí algunos ejemplos:
Sin embargo, ante semejante caos y desbordamiento de mensajes sigue siendo necesaria la presencia de figuras especializadas que puedan encargarse de poner orden y valorar la información.
El periodismo no puede conservar su esencia sin la figura de los periodistas, aunque estos también deban adaptarse a los cambios que acarrea el siglo XXI y que forzosamente cambiarán sus formas de trabajo.
Por parte de la sociedad se trataría más bien de realizar una labor aportación informativa más que de un auténtico periodismo exclusivamente ciudadano.
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